viernes, 29 de febrero de 2008

Libros. La carretera de Cormac McCarthy

La carretera nos lleva de la mano de un padre y su hijo a paisajes desérticos y desolados por la llamas, a un mundo en el que los dos protagonistas son de los pocos supervivientes. Un mundo sin ciudades vivas y en el que la gente vive disgregada, sola o en pequeños grupos, y en el que los miembros de la especie humana sobrevive aceptando las consecuencias del constante acecho del peligro y el hambre. Bien podría ser la historia de una huída desesperada del peligro, en todas sus formas y recreaciones, para evitar la muerte y el sufrimiento, pero se acerca más a una historia que se basa en una esperanza sin esperanza. McCarthy centra la novela en la relación de un padre y su hijo, quienes realizan un viaje guiándose con un mapa viejo y desgastado, un mapa de un mundo extinguido, recorriendo paisajes que recuerdan a los desiertos de las road movies. A través de escenas plagadas de silencios y diálogos lacónicos, McCarthy se adentra en el significado de las relaciones paterno filiales, en sus distancias y sus acercamientos más en forma de promesa o reminiscencia que de logro inmediato. El autor nos habla de un amor tan viejo que va más allá de lo humano y lo personal para alcanzar dimensiones animales y transformarlo en instinto. Un amor atemporal que escapa a las propias relaciones.

Cormac McCarthy es un autor que domina la técnica del suspense y la acción, es conocido por títulos como Meridiano de Sangre y No es país para viejos adaptada recientemente al cine por los hermanos Cohen bajo el mismo título. En su último trabajo se puede apreciar esa capacidad por adentrar a los personajes, y al lector, en situaciones límites, en escenarios plagados de objetos que a medida que avanza la acción se convierten en señales ineludibles para la supervivencia.
Con una prosa sencilla, frases cortas y descripciones visuales que trascienden lo físico para suscitar todo aquello que la prosa europea pretende describir, mediante una tradición literaria legible por todos, pero cuya comprensión ya es otro asunto, Macarthy construye un gran relato lleno de simbología y cotidianeidad arrastrada a la dureza de la propia vida en su pura esencia animal.

www.cormacmccarthy.com

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