Eduardo Mendoza estrena novela, El asombroso viaje de Pomponio Flato. 2008. Pero, el eje de la noticia no es la publicación del nuevo trabajo, pues en 2006 publicó Mauricio o las elecciones primarias, y en 2002 (El último trayecto de Horacio Dos) y en 2001 (La aventura del tocador de señoras), por lo que sus seguidores están bien alimentados. El eje es su vuelta a sus orígenes. También interpretablr como rasgo destacable. Y en este caso el origen tiene dos lecturas. En muchas ocasiones los escritores se hacen famosos, o irrumpen en el mercado, con su primer trabajo. Si trasciende, no sólo marcará un antes y un después en su vida, sino también establecerá una especie de esquema perseguido por sus recién estrenados adeptos. En este caso ese origen tiene una segunda lectura, no demasiado profunda. El primer trabajo de Eduardo Mendoza publicado fue La verdad sobre el caso Savolta (1975), una historia basada en un empresario catalán que traficó con armas durante la primera guerra mundial y en la que habla de la convulsa Barcelona social anterior a la guerra civil (Burguesías Liberales, Conservadoras, Anarquistas…). Ahí reside la segunda clave, el tema que más sensibilidades remueve en España, las dos Españas, aunque una de ellas, la de la izquierda, contenga otras tantas Españas, y Barcelonas…En la noticia publicada en el diario El País sobre el nuevo trabajo de Mendoza resaltan su vuelta a sus orígenes literarios, a la novela negra y detectivesca, sin embargo, hay una cuestión que, desde mi punto de vista, vuela alrededor del asunto. ¿El origen es la técnica, el estilo, o el primer tema abordado y entramado por el escritor?
La noticia vende el origen como una cuestión literaria, pues la El asombroso viaje de Pomponio Flato está muy alejado de la Barcelona de preguerra, exactamente en el primer siglo de la era cristiana en los confines del imperio romano, aunque tengo la sensación de que mucha gente irá hacia ese origen a través de esa sensibilidad tan presente.
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